domingo, diciembre 23, 2012

Siempre hay que tratar, pero no para siempre.


con tanto ruido no es posible pensar, 

no se sienten los músculos suaves, están tensos, 
los ojos abiertos y sus pupilas inciertas,
la espalda se está curvando 
ya está toda cargada, ocupada 
desesperada y nerviosa,
ya no habrá más tiempo para descansar, 
ni para regalar
o para compartir
ni para venderlo 
o para alquilar
tampoco podremos empeñarnos con todo este relajo;
las carcajadas y los gritos de esos niños no deseados, 
lo pacifico se ha tornado en violento, 
agresivo y real
no hace falta sentirse liviano ni saludable
ya no es necesario, para qué

de dónde sacamos fuerza,
no es tan posible escaparnos 
como antes, para desaparecer 
y ocultarnos del frío 
de los choques apresurados 
con las miradas de la gente en la calle
con los alientos mal olientes de los perros...


a dónde ir

2 comentarios:

pastas de pastelería dijo...

Me gusta esta poesís, he disfrutado mucho leyéndola

http://mipelobello.blogspot.com.ar/ dijo...

Muy buena!