Lo más importante que descubrí en los últimos años de mi vida, estos por supuesto, los más activos y comprometidos en aspectos sociales, políticos, educativos, culturales y comunitarios; es definitivamente, la importancia de poner atención y reconocer la urgente necesidad de participar en algo, algo que sea útil y de beneficio colectivo para poder después ser tomado en cuenta como un agente de acción y propuesta. Alguien que tiene la capacidad de transformar las cosas, situaciones y emociones.Muchas personas en los medios de sociedad actual que son mucho más experimentados y mayores que yo por ejemplo, se emocionan y dedican a preguntarnos a nosotros los jóvenes: ¿Qué es lo que estás haciendo para mejorar tu país?
En realidad, al principio se siente como una pregunta opresora en lugar de alentadora, y digo esto porque no es razonable que en un país en donde la juventud ha sido la única capaz de crear manifestaciones y movimientos sumamente importantes (revolución 44, huelgas estudiantiles, arte, deporte, etc...) pueda todavía surgir semejante cuestión.
Somos nosotros los jóvenes los que sin tanta casaca hacemos que este país camine, se mueva, sueñe y resista, y si no somos tomados en cuenta o invitados a participar en el juego social, podemos también en momentos difíciles, hacer todo lo contrario. (Pero este texto, no lo escribo con esa finalidad, ya escribiré sobre esto y será más pesado).
Que no se quiera reconocer (porque si habemos cientos que hacemos algo a diario), es distinto.
Que se no nos se quiera incluir en decisiones importantes de los adultos, es distinto.
Que se nos culpe de violentos, rebeldes y desorientados sociales eso es distinto... y todo esto no lo hacemos nosotros, eso lo hacen ustedes; los que están en puestos de poder, los que creen que los vamos a seguir porque ustedes de alguna manera se sienten importantes...¿quién les ha dicho que ustedes son importantes?
La juventud ha sido guiada por los adultos pero en las últimas generaciones, hemos tenido que decidir por nosotros mismos y caminar como podamos, pues la mayoría de "grandes líderes" son una bolsa de hipocresía, mentiras, corruptos y mediocres, en realidad que tengamos patrones a seguir como ellos y ellas, no es un orgullo nacional, por lo menos no lo es para mí.
Los errores más grandes cometidos por los jóvenes y niños guatemaltecos, se deben a los adultos que nos han hecho; que nos han hecho sufrir, doler y aguantar sin más remedio que rebelarnos, los pocos que nos hemos rebelado, la vida y la misma gente respaldan nuestras acciones, porque nos rebelamos en el nombre del amor, del pueblo y la esperanza.
No estoy victimizándonos, estoy compartiendo la postura mía como joven y activista social hacia las preguntas ridículas que en los medios aparecen... no pregunten cómo lo hacemos, nosotros no les preguntamos a ustedes por qué lo hacen tampoco. Los tiempos no son nunca los mismos y ahora agachar la cabeza y seguir instrucciones ya no es la única opción.
En un país donde somos más del 70% de habitantes (niñez y juventud) y el 30% (Adultos y ancianos) ¿Quiénes deberían estar más presentes en la política? ¿Quiénes deberían construir los pilares de este país? ¿ Quiénes deberían tener más acceso a trabajos dignos y espacios seguros? ¿Quiénes representan a nuestra patria en los deportes? ¿Quiénes les lustran los zapatos a esos señores y señoras que necesitan tener calzados limpios y brillantes aunque sus conciencias estén tan sucias como los escapes de los buses urbanos? ¿Quiénes están todo el tiempo acusados de lo peor o lo mejor en nuestra sociedad? todos? algunos? yo? vos? ellos? ellas? nosotros? los que tienen, los que no... los que están y los que murieron por querer estar... ¿quiénes?
No nos culpen, porque los culpables del sistema fallido no somos nosotros, todos y todas pagamos las consecuencias positivas y negativas aunque no me parezca, aunque no te parezca, aunque no les parezca.
No me pregunten qué estoy haciendo para que mi país sea mejor, porque no me motivan a nada, porque no me siento orgulloso de ustedes, porque mis respuestas y mis acciones no las hago para responder sus preguntas, porque lo que ustedes pretenden, no me interesa, porque no responderles también es una forma de expresión social.
En fin, solo quería compartirles compañeros y compañeras, esos y esas que en silencio han creado hermosas canciones, que sin tanta casaca han organizado a sus comunidades, que sin tantos recursos han construído proyectos y que sin tanto y casi nada, hemos estamos activos desde que decidimos no estar de acuerdo con todos ellos, con todas ellas; a ustedes, les escribo con amor, dignidad y respeto.
Señoritos y Señoritas de los puestos adultos... ¿ustedes qué diablos han hecho por nosotros? mejor pongan atención y vean qué es lo que están haciendo por ustedes, nosotros también estamos presentes.
Acción local, respeto y dignidad.
2 comentarios:
Una vez me preguntaron cómo creía yo que debería ser la participación de los jóvenes en la política. La respuesta en realidad, aplica para el espectro de los círculos donde nos movemos, yo tengo claro que no todos estamos llamados a hacer "lo mismo". Tengo la idea de que los jóvenes necesitamos incidir, en el círculo en donde nos desarrollamos, sea en lo económico, lo político, lo artístico; todo es válido y todo puede convertirse en algo más grande de lo que nos imaginamos. Sin embargo, la participación debe ser consciente y sobre todo, contundente. No hay por qué esperar que nos cedan el espacio, aprendamos a "crearlo", no es necesario que alguien venga y nos de una oportunidad, hagamos nuestra propia oportunidad, lo aprendí duramente cuando noté las dificultades que tenía para encontrar un trabajo digno y donde se me respetara por lo que soy, donde no tuviera que vender mi dignidad por unas cuantas monedas, descubrí que ser libre también es responsabilidad y riesgo. El sistema existe, porque nosotros así lo queremos, me parece increíble que periodo tras periodo, tengamos que ser gobernados por gente sin dignidad ni principios, sabiendo que en este país hay mentes jóvenes y brillantes, que podrían hacer la diferencia, pero que se quedan con el ya clásico "yo no participo, porque tengo un buen nombre", sea por omisión o por una indiferencia solapada, nos quedamos con eso, con la crítica de sillón. Si nos invitan a participar en movimientos sociales, nos comprometemos a medias, por un sentido de culpa o en el peor de los casos, por protagonismo barato, necesitamos entender que la proyección social, no se trata de nosotros, se trata de los demás. Necesitamos incidir en nuestra cultura, aprendiendo a descubrir la riqueza y el potencial de los demás, apreciar al distinto, aprender del diferente, cuestionar las injusticias, respetar nuestra inteligencia. La cosa puede ser más sencilla de lo que parece, pero cambiar la cultura de un país entero, pasa por aprender a ser responsable y trasladar eso a los demás, ser buen ciudadano más allá de las poses, de las fotos de Facebook. Nuestros hijos merecen vivir en un mejor lugar, pero no lo lograremos si nos la pasamos discutiendo sobre la "idea correcta" de cómo hacer las cosas, determinando juiciosamente quién es mejor haciendo qué y de qué manera, hay que hacerlo y ya. Abandonar las hipocresías, despreciar el movernos emotivamente por morbo y lástima disfrazada. No puedo decir qué estoy haciendo por mi país exactamente, pero si sé que lo que estoy haciendo, lo estoy haciendo con mucha honestidad, a pesar de el entorno.
Saludos mi estimado, siga adelante.
Qué bonito.
Siento tu coraje, creo que es universal.
Saludos!
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