domingo, noviembre 30, 2014

Cuando se escribe desde un avión, no se escribe desde el cielo.


desde aquí, la montaña se ve como una noche estrellada.
Escribir desde el cielo
te hace temblar
comerte las nubes
dejás que no tenga sentido
poner una tras de otra
las palabras del puro impulso
del puro instinto.

El sol ya se ha puesto
y aún hay miles de colores suspiros
gente pisando el suelo
es que todos acumulamos tanto
es que algunos nos quitan tanto
las pequeñas cosas 
cosas maravillosas
la vida las voces hasta los miedos
las ganas las flores hasta los entierros
nos hacen temblar
vomitar las nubes
dejás que no tenga sentido.

No medimos más
siempre dan ganas de empezar de nuevo
siempre hay buenas razones
buenos textos
para los malos recuerdos
buenas frases
para los malos momentos

No ves que la sangre ha invadido los poros
hay tanta, que ha lavado nuestros cuerpos, 
se comió para siempre la memoria, las memorias
esas que a pesar de que tienen dueño
parecieran que nadie las reclama, 
y si las reclaman, 
en unos meses vuelven a disfrazarla
con lo que esté de moda
se confunden
los confunden
cuidado, no se les puede decir nada.

escribir desde el cielo
volar desde el cielo
pensar desde el cielo
sentir desde el cielo
no sirve de mucho cuando
leemos la tierra
caemos la tierra
sentimos la tierra
tantas ganas de hacerlo lodo de nuevo,
de repetir un intento
de no olvidar una estrategia
como si uno se hubiese ido muy lejos
como si todos hubiéramos logrado tanto.
y no, no.
No.



Por lo tanto, es obligatorio renovarnos.