Por necesidad, se pierde.

se inicia el siguiente texto con un: no. (al final del mismo a lo mejor se finaliza este texto con un: a quién le importa).

no hay que pensar, aunque esto sea naturalmente humano
que todas las personas son buenas,

no estoy preguntando a nadie que me ayude a interpretar

qué es bueno o malo, escribo buenas personas y malas personas,

porque las hay.

en teoría las buenas existen por naturaleza, y las malas por necesidad.

en la vida real las buenas no existen, y las malas existen por naturaleza.

la necesidad cuando alcanza, pues llega y no se va, controla y conduce a las personas por caminos donde sentir al final ya no es parte de la vida, sino parte de la necesidad... si, necesidad de ser y no de sentir, necesidad de hacer sentir.

ya no se trata tanto entonces del pensar, sino de las infinitas necesidades humanas que se mantienen errando, como cuando un hombre o mujer abandonan a sus animales en algún lugar para que más tarde, los animales y los hombres y las mujeres se mantengan errando por todos los lugares del mundo... así son las necesidades y así las personas, así todas ellas por cualquier parte, en tu casa, en tu trabajo, en tu iglesia, en tu vida... en todas partes.

una mano amiga al dar

recibirá otra para quitar

una mano amiga al facilitar

recibirá otra para exigir

una mano amiga al apoyar

recibirá otra mentirosa

una mano que se preocupa

recibe otra que se aprovecha

una mano noble

recibirá otra golpeada, abatida y lista para cualquier cosa...cualquier cosa.

dos manos buenas siempre son cortadas por dos manos malas, o casi siempre por lo menos.

lo interesante en todo este asunto ya no es el tipo de manos, sino más bien el corte.

que no te corten las manos.

no te cortés las manos.
que no nos corten las manos.

que no le corten las manos.

que no me corten las manos.